lunes, 17 de junio de 2013

DECÁLOGO PREHOSPITALARIO:

El objetivo del decálogo prehospitalario es simplificar y sistematizar la actuación de los servicios de emergencia mediante una serie de pasos ordenados y definidos, que faciliten una respuesta segura y eficiente. Estos pasos son:

- alerta: 

  en esta fase los sistemas de emergencias deben estar listos y preparados para actuar en cualquier momento. La alerta puede ser activada a través de dos vías principales, como son: el usuario demandante de la ayuda y la recepción de mensajes por teleoperadores durante las 24 horas del día mediante una línea telefónica de fácil memorización como el 112.

- alarma:

  en esta fase se pone en marcha el sistema de emergencias. Para ello se necesita saber la máxima información posible sobre las características del siniestro.

- aproximación:

  hace referencia a cómo hay que acercarse al lugar del accidente. Primero se debe elegir el camino más seguro, más rápido y más corto (por este orden). A la llegada al punto de asistencia, se adoptarán medidas de protección con objeto de garantizar la seguridad propia y evitar nuevas víctimas. 

- aislamiento y control:

  Acotamiento del lugar, procediendo a balizar la zona en prevención de nuevos accidentes y controlando al mismo tiempo el acceso de espectadores al lugar del siniestro.

- triage:

  Clasificación de las víctimas en el lugar del accidente. El triage pretende adecuar las posibilidades asistenciales a las necesidades surgidas, atendiendo a las prioridades de actuación, las técnicas de soporte necesarias y el momento y medio idóneo de transporte para cada víctima. (ampliado en el próximo documento).

-  SVB Y SVA:

  atención sanitaria a los pacientes en base a los recursos y profesionales que intervienen. (ampliado en el próximo documento).

- estabilización:

   los objetivos de esta fase son el aislamiento definitivo de la vía aérea, control circulatorio e inmovilización adecuada.

-  transporte:

  el medio de transporte seleccionado entre los disponibles será aquel que asegure la continuidad de los cuidados para el nivel de gravedad de la víctima. Hay varios tipos de transporte: aéreo, terreste, marítimo, etc. (ampliado en el próximo documento).

- transferencia: 

  la transferencia del paciente, supone el solapamiento de la asistencia prehospitalaria y la hospitalaria, garantizando un relevo sin fisuras ni interrupciones.

- reactivación:

  una vez completada la intervención se inician, sin solución de continuidad, los procedimientos establecidos para la puesta a punto del equipo, y su inmediato regreso a la situación de alerta. Habitualmente precisa limpieza y reposición de material, medicación, uniformidad, documentación, gases, combustible, etc. La reactivación y su posterior verificación quedarán registradas documentalmente.

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